¿Has escuchado a muchas personas alarmadas sobre las nuevas generaciones y sus conductas? ¿Te preocupa en qué mundo nacerán tus hijos?
Pues en esta semana que se celebra a las mamás, les quiero dar una súper noticia: ¡lo mejor está por venir! Después de 10 años de analizar los cambios grupales cada 15 años, considero que esta nueva generación viene a darnos muchas razones para amar la vida y seguir creyendo en ella. Las generaciones que nacerán yo les llamo puente, porque considero que serán un puente entre la tecnología y el amor.
La generación puente son los niños y las niñas, nacidos y que nacerán entre 2015 – 2030, los cuáles llegan en el auge de las nuevas tecnologías y el declive de los valores, apareciendo ideas destructivas que pueden generar la involución humana pero ellos vienen en este mundo en crisis para hacerlo resurgir.
Educación:
Post-moderna: muchos de sus padres son mayores de 30 años por lo que tienen experiencia de vida que los lleva a formarse un criterio propio en cuanto a la educación, generando un balance entre lo material y lo espiritual; lo permisivo y lo correctivo, que genera niños con mayor consciencia. A pesar de que sus padres sean jóvenes, también encontramos que tienen una madurez mayor a los padres de generaciones anteriores, debido a ciertas experiencias propias o de amigos muy fuertes. Esto creará una educación más responsable hacia esta generación.
Roles hombre/mujer:
Roles de igualdad extrema que hacen que se desdibuje la sexualidad y con ello las características propias de cada género. Se percibe el concepto de una elección de género voluntaria que crea una extrema igualdad respecto a lo que un género y otro por lo que el “deber ser y hacer” se diluye y ambos géneros se encuentran en igualdad para cualquier decisión y actividad que quieran tomar.
Si quieres saber cómo son las nuevas generaciones de mamás, no te pierdas este vídeo. ¡Comparte con tus amigas de otras generaciones!
¡Recuerda que esto y más lo puedes leer en el nuevo libro Mamás Millennial!
Desde el 5 al 21 de marzo Trixia Valle fue invitada a una serie de conferencias para mamás y papás en las ciudades de Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria, Nuevo Laredo y Tampico. El tema de la conferencia fue "Familias con valores, hijos con futuro".
Los asistentes recibieron consejos prácticos y reflexiones que a muchos conmovieron hasta las lágrimas. Lo que más les hizo sentido fue la pregunta que a ustedes también planteamos: ¿qué prefieres, el bien o la felicidad? En la mayoría de los casos la gente eligió la felicidad. Sin embargo, el hedonismo es la búsqueda de la felicidad a cualquier costo y sin importar el bien. Para que haya una felicidad permanente debe haber bien y buscar el bien, pues no hay felicidad sin bien.
Al final de la conferencias muchos papás y mamás se acercaron a platiucar con la autora y confiaron en ella sus preocupaciones y reflexiones que están dispuestos a aplicar desde ahora.
Tú que opinas: ¿puede haber felicidad sin bien? Déjanos tus comentarios pues a Trixia le encantará conocer tu opinión y dudas.
A todos nos queda claro que respecto a la tecnología, ya no hay reversa, no podemos salirnos de ella por más que quisiéramos pues es la realidad de las nuevas generaciones. Los niños, ahora llamados nativos digitales, son quienes se han adaptado en mayor grado a estas formas de comunicación y está perfecto. Sin embargo, su capacidad de discernir y de filtrar información, está en plena formación por ello es tan importante que las mamás sepamos cuando dar la tecnología y los riesgos de hacerlo antes de tiempo.
La regla 3, 6, 9, 12 es una propuesta para cuidar de la ola, tipo tsunami digital a la que nos enfrentamos. Consiste en:
El mundo ha cambiado de forma radical en los últimos tiempos, la tercera revolución industrial, generó una comunicación impersonal a través de medios digitales, con un sentido de inmediatez que lo que más afecta es la empatía y la tolerancia entre cada uno de nosotros. Yo recuerdo un anuncio de computadoras que decía “el mundo ahora es personal” y en ese momento me parecía un poco exagerado, pues no me había abierto a la posibilidad de concebir un mundo lleno de gente donde cada persona está centrada sólo en sí misma. Esto ha generado una pérdida de la empatía por los demás de la cual se deriva el cambio en el concepto de valores.